sábado, 15 de octubre de 2016

Un momento de serenidad


Un momento de serenidad... a quien corresponda.

Al amanecer de cada día, una buena costumbre es separar un momento de serenidad.

Ante las situaciones difíciles que se experimentan en la familia, el trabajo y la comunidad, se necesita un momento de serenidad.

En situaciones de coraje y desesperanza, es indispensable y urgente un momento de serenidad.

Cuando se vive ajora'o y de prisa, apremia  sin excusas un momento de serenidad.

En ocasiones que se siente el individualismo e indiferencia es tiempo de un momento de serenidad.

Porque la vida es valiosa y única es necesario y saludable un momento de serenidad.

En días de sofocación y falta de respiración, hay que relajarse con un momento de serenidad.

Bajo circunstancias de tristeza y pesimismo lo mejor es dar espacio a un momento de serenidad.

Si la temperatura está subiendo y no es un día caluroso, requiere refrescarse con un momento de serenidad.

Desde la quietud y el silencio de la noche, hay un rincón para un momento de serenidad.

En soledad o en compañía, hay que regalarse un momento de serenidad.

Se va la vida con sus alegrías e ilusiones sin dar lugar a un momento de serenidad.

Un momento de serenidad... hace la diferencia.

TMRA 2016

No hay comentarios.:

Publicar un comentario