sábado, 23 de enero de 2016

Auxilio a universitarios que pasan hambre

Proyecto de Comedores Sociales ofrece "una oportunidad de al menos tener una buena comida al día"

Por: Ivelisse Rivera Quiñones


Puede llegar cualquiera que tenga hambre. El plato de comida tiene una donación sugerida de $5, pero la falta de dinero no debe ser una razón para que el hambriento no llegue hasta el comedor.

Ese es el lema de Comedores Sociales, un proyecto que nace de la solidaridad y las ganas de impactar a una comunidad que pasa necesidades, muchas veces en silencio, como el hambre.

“Esta es una población con una necesidad que no siempre se ve. Los estudiantes hablan y uno se entera de muchas historias de hambre, de gente que vive en cuartos de otros en lo que consiguen donde dormir. Además, están más habidos de experimentar cosas nuevas”, manifestó Giovanni Roberto, coordinador y cocinero del Comedor Social.

Es así como más de 100 platos de comida son distribuidos todos los martes, miércoles y jueves en el vestíbulo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras.

Roberto, recordado por su activismo en la huelga de 2010 de la universidad, relató que sus experiencias vividas coincidieron para dar paso a la idea del comedor. Esta iniciativa la compartió con un grupo de amigos siguiendo el ejemplo de la cultura de comedores sociales en Europa donde muchos son gratis o a un muy bajo costo como el de ellos.

“Quise experimentar con algo que no fuera un negocio. Ahí salió también mi lado político, soy socialista, además a mi mamá la diagnosticaron con cáncer y en casa cambiamos toda la alimentación, entonces después de discutirlo con un corillo en Cayey surgió el concepto del comedor social. Las primeras mesas tenían mucho de lo que comíamos en casa”, relató Roberto.

Reconoce que lo ideal es que haya una aportación económica, que como es sugerida igual pueden ser los $5 establecidos por los organizadores, son bienvenidos $3 o lo que tenga en el bolsillo el comensal. Sin embargo, el trabajo voluntario y hasta el intercambio de bienes como, por ejemplo, un paquete de arroz o varias latas de habichuelas por un plato de comida, son todas formas aceptables de “pago” en el comedor.

El comedor trabaja los martes, miércoles y jueves. (Vanessa Serra Diaz)

“Tenemos tres tipos de aportaciones. El donativo sugerido de $5, pero el día que no los tengan y tengan solo $3 pues se les da la comida y el día que no los tengan pues también que vengan. No vamos a dejar a nadie sin comer. También pueden intercambiar tiempo de trabajo como fregar o servir la comida. Y el donativo de materiales de alimento. De esta manera el proyecto se mantiene sustentable”, describió Roberto, aceptando que en los dos años que lleva el proyecto siempre terminan sin ganancias o hasta en negativo.

No obstante, asegura que están tomando medidas para no terminar en números rojo siempre.

Una de las iniciativas es un huerto casero enel patio de la casa de su madre, en el que trabajan de lleno todos los domingos. Allí tienen sembradoespinaca, arúgula, zanahorias y gandules, ente otros.

“Al año nos vamos en cero o negativo. Estamos tratando de que no siempre sea cero. Es un proyecto de autogestión y entre las cosas que estamos implementando es la siembra. Tenemos un huerto y ya el año pasado en las mesas tuvimos espinacas y gandules del huerto”, dijo Roberto, quien sin embargo, no duda en asegurar que el proyecto lo “llena” y lo “hace feliz”.

Otro de los objetivos de Roberto con los comedores, y a raíz del cáncer de mama que sufrió su progenitora, es diseminar el mensaje de que una buena alimentación es esencial para la salud.

“La alimentación es salud. Por eso siempre tenemos uno o dos platos bien saludables. Vamos trabajando poco a poco con esto. Queremos con el Comedor ir educando a la gente de la buena alimentación e ir educando con el ejemplo”, subrayó Roberto.

¿Qué piensan los estudiantes?

“Esto es un resuelve para todo el mundo. Antes de entrar a la universidad yo pensaba que era pobre. Cuando llegué aquí me encontré con compañeros que decían ‘yo acepto la realidad de que a veces no va a ser posible hacer tres comidas al día’. Para estudiantes como esos esto es una oportunidad de al menos tener una buena comida al día”, narró Luis Ferrán, estudiante del Departamento de Ciencias Sociales.

Por su parte, Estela Reyes, de 28 años y estudiante de maestría en Trabajo Social, opinó que “esto es genial. Hay un montón de estudiantes que tienen la necesidad real. En la universidad hacen falta espacios como este porque en todos los demás lugares necesitas $8, $9 o hasta $10 para almorzar”.

Menú del pasado martes 19

Arroz guisado

Pollo en salsa de guayaba

Pollo al ajillo

Chuleta

Bacalao guisado

Batalanga (pastelón de batata y malanga relleno de lentejas y habichuelas mixtas)

El pollo en salsa de guayaba y la batalanga son los platos más solicitados. 

El Comedor Social es una sombrilla de la institución sin fines de lucro del Centro para el Desarrollo Político, Educativo y Cultural (CDPEC). 

Para más información, accede: http://www.cdpecpr.org/

Tomado de: http://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/auxilioauniversitariosquepasanhambre-2153353/ el jurves, 21 de enero de 2016.

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